La reflexología podal ha sido un tratamiento muy popular durante años. Tradicionalmente, la antigua práctica de curación ve presión aplicada a los puntos reflejos de los pies que se corresponden con los órganos y glándulas del cuerpo, y se le atribuye el mérito de combatir los signos de depresión, mejorar la circulación sanguínea y reducir el estrés. Pero ahora, nuestra atención se centra en la reflexología facial, el nuevo tratamiento del que todos están hablando
Durante la terapia no invasiva, un practicante aplica movimientos ligeros y ascendentes hacia la línea del cabello. Luego se aplica presión en varios puntos de la cara que estimulan otras áreas del cuerpo. El lado de la nariz, por ejemplo, favorece la cicatrización y la salud de los pulmones, mientras que los puntos reflejos de los oídos favorecen el bienestar de los riñones. Todo puede sonar un poco woo-woo, pero no debe subestimarse.
Además de mejorar la calidad del sueño, promover la curación y eliminar las toxinas del cuerpo, la reflexología facial cuenta con una gran cantidad de beneficios de belleza. El movimiento ayuda a trabajar los músculos faciales y a liberar la tensión muscular, lo que da como resultado un brillo radiante más joven y una piel más firme y tersa.
Los cristales son una gran herramienta extra para guiar el tratamiento. Ayudan a reajustar las vibraciones del cuerpo, equilibran los chakras y eliminan la negatividad.
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